¿Te has preguntado por qué la piel de los bebés es tan suave? La piel de los bebés está recubierta por una capa superior 20% más delgada que la de cualquier adulto, aproximadamente, por lo que durante los primeros meses de vida, la piel está más expuesta a resequedades y es más sensible a estímulos externos. Por esta razón es importante preocuparnos por la salud de su piel, evitando que sufra de irritaciones u otro tipo de infecciones y sea menos propenso a desarrollar futuras enfermedades.
En Romeo Kids, nos preocupamos por el cuidado de tu bebé, es por eso que en este apartado te damos unos cuantos consejos para proteger la delicada piel de tu pequeño.
Utiliza cremas hidratantes
Como la piel de los bebés se reseca con facilidad, es necesario mantenerla hidratada para que conserve su suavidad y resistencia natural. Para ello, la utilización de cremas hidratantes en todo el cuerpo es una excelente alternativa para mantener esa humectación.
Busca productos sin perfume ni sustancias como ácidos alfahidróxidos o bloqueadores solares, al contrario, enfócate en aquellos que tengan ingredientes como aceite mineral o petrolato, confirmando siempre que sean hipoalergénicos. Por otro lado, antes de aplicar cualquier cosa en la piel de tu bebé, verifica en una pequeña zona de ésta que no presente ninguna reacción alérgica.
Compra jabones neutros
Lo mismo sucede con los jabones. Muchos de los que encontramos en el mercado tienen químicos que producen buen olor y nos hacen creer que estos son los mejores, sin embargo, entre menos ingredientes contenga el producto, mejor será para la piel de tu bebé, puesto que estos serán menos propensos a alterar su pH. De esta forma, enfócate en buscar jabones neutros, es decir que su pH sea de 7, para que no sea abrasivo con su piel y no desencadene posibles reacciones alérgicas u otras enfermedades.
La ropa: lo que más está en contacto con tu bebé
Tu bebé necesita de la ropa para mantenerse cálido o fresco, ya que el cuerpo de tu bebé se está adaptando a los diferentes climas y aún no regula bien la temperatura, por lo que las prendas que le coloques ayudarán en este proceso.
Fíjate si tu bebé está cómodo con la ropa tocando su piel cada cierto tiempo. Si por ejemplo, presenta sudoración (la piel está húmeda) es preferible retirarle alguna prenda, ya sean calcetines o chaquetas; si por el contrario está fría, abrígalo más para prevenir las bajas temperaturas.
Además, debes fijarte en la tela de las prendas que le pones, ya que, si no las revisas, pueden causar daños en la piel del pequeñín, tales como alergias o raspones, en caso que sea un material muy áspero. Decántate por comprar ropa de algodón, ya que éstas suelen ser hipoalergénicas y suaves. También puedes optar por prendas tejidas, sin embargo, fíjate que el tejido sea suave.
Protégelo del sol
La piel de los bebés, al tener esa capa delgada, debe mantenerse alejada de los rayos directos del sol, ya que puede provocarle quemaduras en poco tiempo, incluso en días nublados. La ropa es la barrera de defensa contra el sol, por esta razón es tan importante; en aquellos días calurosos, viste a tu bebé con ropa fresca que le cubra los brazos y las piernas, y acompáñalo con una gorra para proteger su rostro del sol. Utilizar protector solar en pequeñas cantidades también es una excelente opción para proteger las partes del cuerpo que se exponen al sol, sin embargo, asegúrate que no contenga tantos químicos porque puede irritar la piel de tu bebé.
Corta sus uñas
Las uñas de los bebés tienden a ser delgadas, afiladas y a crecer de una manera rápida, por lo que es necesario cortarlas a menudo para evitar que se lastimen o rasguñen la piel al pasarse la mano por la cara. Por ende, utiliza una lima, un cortaúñas o unas tijeras especiales para bebés y corta sus uñas para que no haya ninguna parte filosa que pueda ser peligrosa para tu bebé. También corta las de los pies, ya que pueden fastidiarle con la ropa si están largas.
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