Pensar en ese momento puede generar un poco de susto a cualquier padre primerizo. Pero no te preocupes porque igualmente, este será un espacio de conexión y desarrollo sensorial maravilloso para tu pequeñito.
A continuación te damos algunos tips y consejos para que lo hagas con más confianza.
•Frecuencia: para un bebé recién nacido bañarlo dos o tres veces a la semana puede ser suficiente, siempre y cuando mantengas el área del pañal limpia y humectada. Eso sí, debes limpiar y lavar sus manitas, cuello y cara varias veces al día.
Si tu bebé ya está mas grandecito, aumenta la frecuencia y hazlo diariamente. Incluso puedes optar por hacerlo en la noche para que este proceso haga parte de su rutina para dormir.
•Instrumentos: ten lista una toalla grande, algodón, jabón y cepillo para bebé y un poco de agua tibia, alrededor de 7 u 8 cms.
•Una vez se haya caído el cordón, puedes proceder a darle un baño en la bañera para bebés o el lavamanos. Para ello, ten en cuenta cubrir el fondo del recipiente con una toalla, para evitar que se deslice por tus manos y prolongar este espacio por pocos minutos.
•Sostén a tu bebé firme pero a la vez suavemente y mantén siempre alzadita su cabeza.
•Zonas clave: revisa con mucho cuidado sus áreas genitales, limpia entre sus deditos y los pliegues que se forman en muslos, brazos y cuello. Ojo con la zona detrás de sus orejas y las axilas que pueden acumular pelusas.
•Para limpiar los ojitos humedece un algodón y retira la suciedad.
**Recuerda, que ante cualquier duda o inquietud, llamar a tu pediatra